Hideo Kojima no es solo un director de videojuegos. Es un icono. Un visionario. Pero también es humano. Durante la pandemia de COVID-19, el padre de Metal Gear Solid enfermó de gravedad. Aunque nunca detalló qué dolencia sufrió exactamente, reveló que llegó a perder la visión temporalmente y sintió un miedo real: el de no volver a ver, y peor aún, el de no dejar nada preparado si fallecía.
Fue en ese momento de fragilidad cuando, según sus propias palabras, tomó conciencia de su edad y de su mortalidad. De ahí nació una decisión tan cruda como conmovedora: preparar lo que él mismo llama “el USB de la muerte”.
Un legado encriptado para Kojima Productions 623633
Kojima ha dejado en manos de su equipo en Kojima Productions un USB lleno de ideas, conceptos y diseños inéditos. Su intención no es que el estudio viva de las rentas si él no está. Todo lo contrario: quiere que sigan creando. Que su legado no muera con él.
Este USB funciona, por tanto, como un especie de testamento creativo. Una recopilación de ideas que mantengan el ideario de Kojima presente aun cuando este ya no esté.


